La frustración en la infancia se produce cuando lxs niñxs se dan cuenta de que existe una distancia entre lo que desean y ellxs mismos.
Puede ser un objeto, un deseo, una actividad, etc. Y la distancia no es siempre espacial y física, sino también puede ser temporal, de habilidades o de imaginación.
Enseñarles a lidiar con la frustración es una gran oportunidad para el resto de sus vidas. Saber que hay situaciones que no podemos satisfacer y que podemos sentirnos afectadxs por ellas, ¡claro que sí! Y que eso no signifique que dejamos de intentarlo, o de soñarlo o, a veces, hace falta también aprender a soltarlo.
La frustración es un estado, no un punto y final.
*Spoiler: la frustración infantil SIEMPRE deber ser ACOMPAÑADA.
SOS FRUSTRACIÓN
¿Qué hacer cuando mi hijx se frustra?
*1. Comprende que es su estado emocional, no el tuyo.
*2. Sé ESPECTADORA.
*3. Puede que no entiendas el "por qué". No es necesario pensar lo mismo para respetarle.
*4. No minimices sus motivos.
*5. Tu presencia es suficiente.
*6. Hacer menos y SER más.
*7. Tú eres el sostén y el contenedor de sus malestares. Sé fuerte.
*8. Si se frustra contigo aprendrerá que no es una emoción amenazante.
*9. Ojo, cada etapa del desarrollo conlleva frustraciones diferentes.
Aprender a surfear la frustración de manera sana es una habilidad que se forja en la infancia y SIEMPRE, en compañía.
¿Por qué?
Pues porque frustrarme es difícil, duro y pone en cuestión mi valía personal. Si me acompañan desde el inicio, entiendo que esta emoción no implica que sea menos “amable” (del verbo amar). Si me dejan sola, lo puedo malinterpretar como que no soy merecedora.
La frustración es un estado, no un punto y final
Porque nos permite generar nuevos recursos y superar retos para aquello que deseamos conseguir.
Si confundimos este estado emocional como un lugar de llegada, acompañaremos a nuestrxs hijxs desde este callejón sin salida.
En cambio, si lo miramos como lo que es: esa oportunidad de tomar una decisión ante algo que no podemos conseguir, permitiéndonos todo el abanico de emociones -incontrolables en la infancia-, les enseñaremos a verlo así también.
¿Te acompañaron a ti de esta manera?
¿Qué te decían cuando te frustrabas?
¿Se reían de ti?
¿Te ninguneaban los motivos?
¿Y cómo crees que todo lo anterior te ha afectado en cómo te frustras?
Acompañar la frustración
*1. Recuerda que es su emoción, no la tuya.
*2. Acércate con suavidad y comprensión. Si reciben tu empatía, les ayudará a construirla ellxs mismxs.
*3. La frustración puede ser una emoción fuerte. Acuérdate de cómo acompañar la rabia. La agitación puede salir en forma de rabia, pero en el fondo el enfado no es contigo.
*4. Si todavía no puede expresarse bien, te necesita más físicamente que con palabras. Puedes decirle alguna frase que describa lo que le pasa, pero lo primero es la comunicación no verbal.
*5. Aunque no tenga sentido para ti, sus motivos son dignos y legítimos. A menudo nos perdemos analizando el motivo que hay detrás de la conducta. Quédate con él/ella. No te vayas a la mente. 6. Puedes ofrecerles un lugar en el que descargar (mordida, pegar, romper, gritar, etc.). Liberar la tensión siempre es beneficioso para resolver la situación.
*7. No estás en su vida para limpiarles el camino. Las frustraciones adecuadas son esenciales para su crecimiento. Y el hecho de que lo veas como una parte del proceso -y no un punto y final- hará que lo vean así.
*8. Recoger después de la explosión les ayuda a poner narrativa y sentido a la vivencia. Puedes explicarles tranquilamente lo que ha pasado, con palabras claras y sencillas.
*9. Tu presencia es un bálsamo. Frustrarse en compañía afectuosa, ayuda a integrar la frustración como parte de la vida.
Acuérdate mucho de que la frustración es algo que va a acompañar a tus hijxs durante TODA SU VIDA.
Si les enseñas que por el hecho de estar frustradxs no tienen por qué estar solxs, aprenderán a amarse en estos momentos. A su vez, también podrán vincularse con salud emocional y, así, escoger a personas que también les acepten cuando entran en este túnel.
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