La frustración en la infancia es la ruptura egoica de que todo lo que quiero y deseo me tiene que ser dado.
En las etapas del desarrollo existe una etapa (oral) en la que todo lo que el bebé necesita le tiene que venir desde el exterior porque no tiene autonomía para podérselo facilitar a sí mismx.
A partir de esta fase -aprox 18 meses- el infante va adquiriendo herramientas que le permiten salir al mundo e interaccionar más conscientemente para satisfacer sus deseos y necesidades.
En el momento en que lxs niñxs comprenden que todo lo que proyectan no les es dado como quieren, experimentan un proceso interno de malestar con el mundo.
Esta ruptura es importante para que comprendan que el mundo y ellxs no son la misma entidad; lo que sucede fuera de sí deja de ser aquello que yo soy. Son los primeros pasos para establecer la “Teoría de la mente” y poder, así, cultivar la empatía y la resiliencia, aptitudes que van a necesitar para su sano desarrollo y su salida al mundo.
Acompañar la frustración de no poder conquistar o lograr lo que les nace de dentro les ayuda a transitar este malestar profundo de saberse separados del todo.
En conclusión:
-Tu hijx necesita encontrarse con el desafío.
-Sostener su malestar le ayuda a ser más resiliente.
-Si le acompañas, sabrá acompañarse (darle presencia sin “salvarle”).
-Aprende a no resolver todas sus demandas.
-Acepta que tu hijx también tiene un vacío interior, como cualquier persona.
-La prisa mata. Y la calma sana. Sé que lo sabes, pero tenlo presente.
-Frustrarse a tu lado es bien: ni abandonarle ni salvarle, no le desconectes de sus posibilidades.
-Mírale con la confianza de que va a poder: planta la semilla de la autoestima. Si crees en él/ella creerán en sí mismxs.
El próximo 29 de Marzo a las 19h (hora de Barcelona) haré una Master Class en directo que también quedará grabada y en la que profundizaré en este tema tan importante.