Existe la falsa creencia de que cuando tenemos más hijxs hacemos daño a lxs que ya estaban antes. Es evidente que algo se reestructura, pero de aquí a generar un trauma hay muchos factores a tener en cuenta.
Tener hermanxs puede ser uno de los mejores regalos en nuestra vida, a la vez que si no los tenemos no significa que vayamos a quedar a “medias” o “cojxs”.
¿Tienes hermanxs?
¿Cómo era tu relación con ellxs de pequeñxs? ¿Y ahora?
Si te acuerdas cómo fue la relación con ellxs, cómo tu madre/padre os trataban, si había diferencias explicitadas, u otras más encubiertas. Todas tus vivencias en tu historia personal con tus hermanxs van a aparecer cuando tengas otrxs hijxs (si es que lo decides o puedes).
El orden en la familia con hermanxs
Ampliar la familia implica que la complejidad aumenta. De hecho, cuando aparecen otrxs hijxs la familia se reestructura. Es importante entender que ningún hijx es prioritarix al otrx. La criatura que ha nacido antes, va primera en el orden familiar, pero esto no significa que deba tener más privilegios, ya que el orden entre hermanxs no es jerárquico, es temporal.
Quédate con esta frase: “Cuando cada hijx ocupa su lugar, el sistema está en paz”.
Una relación sana entre hermanxs
Te dejo unas pautas para fomentar una relación sana entre tus hijxs:
- Evita preferencias.
- Que unx hijx te sea más fácil no le hace mejor.
- La diferencia de edad entre ellxs conlleva distintas responsabilidades.
- No todxs tus hijxs necesitan lo mismo.
- Recuerda que tu amor se multiplica, aunque tus brazos se dividan.
- Pasar un tiempo de exclusividad con cada unx les ayuda.
- Evita comparaciones y etiquetas.
- Sus conflictos les pertenecen. No te los tomes personal.
- No es responsabilidad de lxs hijxs mayores cuidar de lxs pequeñxs.
La relación que tengan nuestrxs hijxs dependerá mucho del ambiente que hayamos propiciado en casa.
La familia es el primer espacio terapéutico y, si existen más hijxs, también un entorno para sociabilizarse entre iguales.
Saber que cada hijx te necesita a su manera, ayuda a que no seas la misma madre/padre para ellxs.
De igual manera, poner consciencia en los mensajes que emitimos (verbal o no verbalmente), en nuestras creencias y memorias pasadas nos permite conectar con los mensajes que queremos transmitirles en relación a sus propixs hermanxs.
Gestionar conflictos entre hermanxs
Gestionar conflictos entre hermanxs puede ser un reto, en primer lugar, ten en cuenta que los conflictos de tus hijxs les pertenecen, así que no te lo tomes personalmente.
Es importante observar la diferencia de edad y sus habilidades para la resolución. Los juegos de poder entre iguales (y hermanxs) son naturales.
Las energías agresivas de cada unx van a determinar el resultado del conflicto, en este sentido trata de que sean equilibradas.
Los espacios/horarios/situaciones que generen más conflicto necesitarán más de tu presencia, siempre con la premisa de que en sus conflictos nosotrxs somos mediadorxs, no árbitros.
Por último, revisa las etiquetas, estigmas o el lenguaje con el que se hablan cuando no es respetuoso.
Casos prácticos entre hermanxs
Te pongo algunos casos prácticos de situaciones comunes entre hermanxs y un posible enfoque por si te sirve:
- Mi hijx mayor se aprovecha de que es más fuerte que su hermanx pequeñx y le quita las cosas.
Ayudar a regular el abuso de poder y a empoderar lx hermanx pequeñx hará que se equilibre el conflicto con el tiempo.
- Mi hijx pequeñx fastidia a su hermanx mayor para llamar su atención porque quiere que le haga caso. Lx mayor se irrita y le pega o grita.
Comprender que lxs hermanos tienen diferentes tempos y necesidades hace que, a ratos, necesiten espacios distintos.
- Mi hijx mayor y mi hijx pequeño le hacen el vacío a lx medianx.
En familias con más de 2 hermanxs debemos cuidar mucho las triangulaciones, que pueden ser una forma de abuso entre iguales.
- Mi hijx mayor tiene celos del pequeñx y le habla mal, con desprecio. Lx pequeñx se siente triste ante las reacciones de su hermanx.
Cuando hablamos de “celos” metemos en un saco muchas cosas. Investiga si necesita más exclusividad, espacio propio o que pongamos límites a lx pequeñx.
- Mi hjx pequeñx exagera con el llanto cuando sus hermanxs no le dejan participar en un juego.
A veces, según la diferencia de edad, hay hermanxs que necesitan juegos más elaborados. Podemos acompañar a lx pequeñx en la frustración y a sostener el malestar.
- Mi hijx mayor está todo el rato encima del bebé y éstx se agobia.
Enseñar que lxs bebés, aunque no hablen, se comunican, permite a lxs hermanxs mayores ir regulando sus ansias de contacto con ellxs.
Siempre te digo que cada familia y cada vínculo es un mundo. No hay recetas, hay orientaciones.
Si tienes dificultades con la gestión de tus hijxs puedes reservar una sesión puntual conmigo para DUDAS CONCRETAS aquí.
Propuesta en familia
Termino este artículo con una dinámica para favorecer una buena relación entre hermanos.
Para esta propuesta te invito a que te comprometas, durante un espacio de juego de tus hijxs, a no intervenir como siempre haces y confiar en que ellxs encuentren su camino.
A menudo me encuentro con familias que son demasiado intervencionistas en las dinámicas entre sus hijxs. Evidentemente si la sangre llega al río, hay edades diferentes (más de 2 años en menores de 7), o situaciones de un claro abuso, debemos intervenir ipso facto.
En el resto de situaciones, podemos respirar unos segundos, ofrecer presencia, mirada y confianza para que encuentren su propio camino de resolución.
Para ello te invito que en uno de sus espacios de juego tomes el compromiso contigo mismx de no intervenir, sino de sentarte a observar cómo se hablan, cómo juegan, qué les sucede cuando no se ponen de acuerdo, etc.
Deseo que te sirvan estas pautas.